Resultado de la crisis, la corrupción del clero y la ola de laicismo que nos invade, el rito religioso más importante del país ha empezado por fin a tambalearse.
Lo que ha desaparecido este año:
Los villancicos. En los altavoces del pasadizo comercial de casa sonaban permanentemente durante medio mes de 10 de la mañana a 10 de la noche.
Los adornos en las puertas de la casa de los vecinos y el aguinaldo de lxs chavalxs por las puertas
Las cestas de navidad.
La locura del 22 y 23 con la lotería; se ha pasado en la prensa de comerse la 1ª página y medio periódico a un faldón en portada y un suplemento de 4 páginas en interior. Y ya celebrado el sorteo, los comentarios en metro y tren; abundantes y casi exclusivos, en años anteriores, se los ha tragado la tierra.
El discurso del rey casi ignorado.
Las inocentadas, no he visto en prensa ni he oído hablar de ellas; en el trabajo ni se ha mencionado. Todos los años soportábamos alguna vacilada, incluso estando de vacaciones.La publicidad navideña reducida
El adorno luminoso estridente de la calle, apenas se ve.
Las aglomeraciones en las tiendas, vacías a cualquier hora que vayas.
Los paquetes y bolsas inexistentes en metro y autobuses.
La locura de los que van a la Plaza Mayor con los niños, o sin ellos, y regresan a grito limpio en el metro llamando la atención con absurdas pelucas, no he visto ni uno, por no hablar de la concentración de estudiantxs al acabar las clases el 22 en la Plaza Mayor, cerrada para evitar problemas los últimos 2 años, hoy nadie en la zona.
La juerga en la calle las tardes del 24 y del 31, no he visto pasar ni una persona desde media tarde y también menos gente por la calle.
Los petardos, atronadores por la tarde e insoportables en nochebuena y nochevieja, han desaparecido.
Y en general, el tufo a navidad.
Maku Vicente
ATEAS EN LUCHA
Madrid, 31 dic. 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario